Las viviendas en despoblado suponen un riesgo especial para las compañías de seguros. Específicamente se considera vivienda en despoblado, aquélla que se encuentra en un espacio natural y a cierta distancia del núcleo urbano más próximo, que varía según las compañías de seguros: algunas exigen 1 Km., otras sólo 500 metros.
Las compañías de seguros realizan una cuidadosa evaluación del cliente antes de ofrecerle un producto, para determinar los factores de riesgo.
En este sentido analizan datos fundamentales como conocer el uso de la vivienda y dónde se encuentra, para luego analizar el tipo de construcción, bienes y medidas de seguridad de la vivienda.
Si la idea es asegurar una vivienda en despoblado, es importante suministrar datos precisos, para no correr el riesgo de asegurar por debajo del valor y encontrarse con alguna desagradable sorpresa en el caso de un siniestro.
Las viviendas en despoblado son una de las de mayor riesgo para las aseguradoras por el riesgo de robo; en algunos casos ni siquiera las aseguran o establecen menores distancias a los núcleos urbanos. Este factor es uno de los que más encarece la póliza. También influyen las condiciones climáticas y la calificación de la zona y la vivienda como seguras o inseguras.
Como si fuera poco para encarecer la póliza que la vivienda se encuentre en despoblado hay otros factores que pueden hacer aún más costoso el seguro, dadas las características de estas viviendas:
Es cierto que un seguro de hogar en despoblado puede ser bastante más costoso que un seguro similar en la ciudad o en una comunidad.
Sin embargo, se deben poner todos los gastos en la balanza ya que si la idea es mudarse a una vivienda en despoblado, se deben haber evaluado ya sus pro y sus contra. En favor de esta decisión podemos decir:
Según se informó, las zonas más despobladas son Galicia, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura, con una densidad poblacional de menos de 30 habitantes por kilómetro cuadrado, unas 3,5 veces menos que la media nacional.
Volver