¿Has dado el paso para convertirte de empleado en tu propio jefe? ¡Felicidades! Ahora perteneces a la categoría de los autónomos, un sector que en España va en aumento: según el II Estudio Nacional del Autónomo realizado por la Universidad de Granada, esta categoría alcanza casi el 20% de la población ocupada con un crecimiento de más del 4% desde 2013. Es el momento de asumir como responsabilidad propia algunas cuestiones de las que antes se ocupaba tu empleador. Por ejemplo, el seguro de vida.
La mayoría de los trabajadores autónomos, a la hora de elegir un seguro, opta por los de baja laboral y pólizas de salud. Es que se piensa en los momentos en los que el volumen de trabajo puede disminuir, o en una enfermedad que nos impida trabajar. Son pocos los tienen en cuenta que podrían sufrir un accidente inhabilitante o incluso fallecer, dejando a su familia desprotegida.
Otro factor que influye en la elección de los seguros a tomar por los trabajadores autónomos, además del costo, es la posibilidad de deducirlos del pago del IRPF. En realidad, las deducciones de seguros para autónomos son un poco limitadas, pero estudiando bien la legislación y cumpliendo ciertos requisitos, puedes llegar a contar con desgravaciones importantes.
De hecho, la última reforma fiscal mejoró la posición de los trabajadores autónomos en relación al seguro de vida: actualmente es posible deducir el seguro de vida de un trabajador autónomo por una suma de hasta 500 euros al año. Si tienes empleados, también puedes deducir el seguro colectivo de vida como gastos sociales.
Otro elemento a tener en cuenta son los seguros de vida relacionados con hipotecas. Muchas veces se confunden ambos productos. Es importante saber que este tipo de seguros en realidad cubre a la entidad bancaria por el precio de la vivienda. En cambio el seguro de vida personal tiene como beneficiaria a la familia y el tomador determina las características de la indemnización.
Siempre es recomendable ser previsores y esto es especialmente importante para los trabajadores autónomos, ya que no tienen otra protección que la que ellos mismos puedan proveerse.
Frente a las distintas necesidades y posibilidades de los trabajadores autónomos, las aseguradoras ofrecen una amplia gama de productos que es necesario analizar cuidadosamente. Muchas ofrecen productos integrales o combinados que incluyen varias coberturas. Estas ofertas pueden ser tentadoras por la facilidad de contratación y comodidad de tener cubiertos varios riesgos a la vez, pero lo más importante es comparar y leer atentamente el contrato antes de firmar.
Por ejemplo Caser cuenta con un seguro de vida específico para trabajadores autónomos personalizable que brinda cobertura en caso de fallecimiento o incapacidad. Mantiene el precio de la prima por cinco años y permite elegir tres servicios adicionales entre varias opciones como asistencia jurídica familiar, asistencia informática, varios servicios de salud, deportes, auto o equipamiento informático.
CaixaBank por su parte ofrece un seguro de vida o invalidez para Pyme y empresarios, flexible, que permite elegir entre diferentes coberturas y capitales. Ofrece coberturas opcionales y el capital es perzonable por cobertura, con un mínimo de 10.000 euros y hasta un máximo de 2.000.000 de euros. Permite adaptar el pago de la prima al flujo de ingresos, desde pagos mensuales hasta un pago anual.
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