Seguros de Vida

24/09/2018

Seguros de dependencia, un producto poco conocido a pesar de los incentivos


Un informe del Instituto Español de Analistas Financieras (IEAF) en colaboración con la Fundación de Estudios Financieros (FEF) reveló que los seguros de dependencia, que comenzaron a comercializarse en el año 2007, sólo cuentan con poco menos de 40.000 asegurados. Junto con las hipotecas inversas, otro instrumento de ahorro relacionado con la jubilación, no acaban de despegar en el mercado español.

El seguro de dependencia es un producto que garantiza una indemnización en forma de renta, capital o prestación de un servicio, para asegurados que se encuentren en situación de dependencia, es decir, en la que no pueden valerse por sí mismos.

Según la aseguradora Mapfre, el aumento de la expectativa de vida está generando un incremento progresivo de las personas dependientes, por lo que se ha incorporado a la legislación un sistema de prestaciones públicas basado en ayudas para el cuidado de las personas que están en situación de dependencia. Los seguros de dependencia cuentan con incentivos fiscales, pero éstos pueden considerarse insuficientes.

Además, según las investigadoras Mercedes Ayuso y Montserrat Guillén de la Universidad de Barcelona e Inmaculada Domínguez, de la Universidad de Extremadura, es un producto complejo y no fácil de entender, que despierta poco interés entre los posibles usuarios. Esta falta de interés se debe también a que la mayoría de los españoles piensan que si llegan a encontrarse en una situación de dependencia, el entorno familiar se hará cargo de su cuidado.

Algunas aseguradoras como Caser ofrecen un seguro de dependencia y asistencia familiar y también de pre dependencia. Este seguro cubre fallecimiento, asistencia familiar, gran dependencia y dependencia severa, y se ofrece en tres modalidades. Ofrece una prima constante y periódica con la posibilidad de realizar un aporte inicial, sin carencia; incluye la devolución de las primas pagadas en caso de fallecimiento antes de los 75 años, y las primas satisfechas reducen la base imponible en el IRPF.

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